Creando historia Buba & Mac® - Pet Lovers Shop

Hace casi 20 años llegué a Italia, estaba lejos de mi familia, de mis amigos y de todo lo que había sido mi vida durante varios años... Buba mi primer perro fue el que me dio la fuerza para seguir y afrontar la nueva vida que estaba comenzando fuera de casa.

Todavía recuerdo la vez que la encontré, en un centro comercial estaba el voluntario que tenía varios cachorros, me sentía realmente sola así que no lo pensé dos veces, me acerqué y decidí traer un cachorro a casa, no sé en que momento pero la tenia en mis brazos a pesar de seguir buscando un cachorro, cuando me di cuenta de que ya había elegido, Buba vino a casa conmigo y desde ese momento nunca más nos separamos hasta el día de su partida el 1 de septiembre de 2017

Buba la perrita más fiel y con un cariño incondicional... después de 16 años se ha ido y con ella una parte de mi corazón.

La historia de Mac es un poco diferente. Buba estaba envejeciendo cada vez más y sabía que tarde o temprano se iría, así que pensé en traer a casa otro cachorro que ella pudiera educar (era una matriarca al 100%).

Conseguir a Mac no fue nada fácil. Estaba buscando la raza de perro que mi familia tenía un Airedale Terrier, en Italia no es una raza muy común sin embargo encontré un criador en Treviso, tuve que esperar unos meses para tener noticias de su nacimiento el 12 de septiembre de 2017, 11 días después de la partida de Buba.

Mac, su verdadero nombre era Prometeo de Valvalaia llegó a casa 2 meses después y con él comienza una nueva historia...

Es importante mencionar que cuando fui a recoger a Mac también me dieron los examenes medicos que el criador había hecho con su veterinario, además del pedigrí y otras cosas.

Primera visita a mi veterinario entregando los documentos que ya tenía y todo bien. No parecía haber problemas.

Pasamos el primer año muy bien, cachorro vivaz, curioso y testarudo, en el invierno de 2018 hice un viaje en avión y no pude llevar a Mac conmigo, pensé en dejarlo por estos 3 días al lugar donde íbamos a la escuela, era un lugar que conocía.

A mi regreso estaba desesperado y sin voz, había adelgazado y tenía una cara tan triste que me rompía el corazón... Me sentí super culpable.

No se recuperó, no era normal, fuimos al veterinario y le encontraron algo andaba mal en los riñones. Necesitábamos más información, nos recomendó una Clínica Veterinaria bastante importante en Vicenza así que sin pensarlo lo llevamos, mi cachorro fue hospitalizado para alimentarlo y entender lo que tenía, el diagnóstico:  Insuficiencia renal crónica, hereditaria y de nacimiento.

Increíblemente, ni el veterinario del criador ni el mío habían encontrado lo que mostraron los análisis de sangre.

La noticia más triste que me pudo dar la Dra. Pantaleo fue que su enfermedad era progresiva, sabía que su esperanza de vida era corta, su dieta había cambiado, no podía comer nada excepto especial para los Riñones, medicina 3 Veces al día mientras viviera.

Sabía que se iría pero mi objetivo era que fuera feliz en este tiempo y prolongarle la vida el mayor tiempo posible, medicinas, terapias, comida, todo lo que pudiera hacer por él lo hice.

Nadie que lo conociera creería que estaba enfermo, fuimos a competencias oficiales y de aficionados (a menudo ganando el primer lugar) regresábamos a casa con enormes bolsas de croquetas que ganaba y que llevamos a las perreras...

Nunca más se quedó en casa y si tenía que viajar me lo llevaba conmigo: tren, coche, vaporetto, mar, montaña, ciudad… Mac era un perro feliz y se notaba.

Los chequeos estaban bien, logré mantenerlo estable por un tiempo hasta que en octubre de 2020 su enfermedad comenzó a avanzar a pasos agigantados, pasando a la última etapa de la enfermedad.

Sábado 28 de noviembre de 2020 el Mac de siempre: juguetón, curioso e hiperactivo, jugaba con su bol que lo había transformado en pelota

Domingo 29 de noviembre, mañana normal,  corría detrás de la pelota que tanto le gustaba... segundo lanzamiento, inmóvil, entendimos todo, nos miramos y poco a poco camino hacia mí, de repente estaba luchando para caminar, era hora de volver a la clínica.

Siendo domingo teníamos que esperar hasta el día siguiente, así que después de hacer una cita con su médico, nos fuimos..

Llegaron las palabras que no quería escuchar... no me quedaba más que darle una muerte digna, tomé a mi amor peludo y nos regresamos a casa, si tuviera que irse lo habría hecho en su casa con su familia quien tanto le amaba y en el sofá donde no se le permitía subir.

El médico le había administrado algo para no hacerle sufrir mientras yo organizaba su despedida así que al día siguiente 1 de diciembre de 2020 como dije antes lo saludamos y nuevamente otro pedazo de mi corazón se fue con él.

Lo único que me da consuelo es que no sufrió ni en su último día, se fue con un poco de malestar eso fue todo.

Y así nació la idea de Buba and Mac. Una marca que celebra el amor.

Amor incondicional por los animales que te dan todo sin pedir nada a cambio.

El proyecto fue tomando forma mientras él estuvo aquí conmigo, iba a ser mi modelo pero no logré terminar a tiempo.

B&M es un vínculo que se crea entre tú y tu perro en el momento exacto en que lo ves por primera vez, un vínculo especial e indisoluble y no importa dónde nazca: en la cama de un criadero o en el recinto del refugio.

B&M tiene como objetivo dar a los propietarios la oportunidad de demostrar su amor por sus peludos, o de traer un fragmento de la emoción que siempre los une con ellos para ello, B&M ofrece una serie de productos dedicados y seleccionados con atencion.

Cada cachorro es especial y queremos celebrar su presencia en tu vida.

Gracias a mi familia por el apoyo que me dieron, el cariño y el tiempo que dedicaron a mis amores peludos.

Sandra M.

Categories: Mi perro y yo

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