El Perruno: como entender lo que dice nuestro perro lección 1
Debe hacerse una distinción entre la comunicación acústica representada por ladridos, aullidos, etc. y comunicación no acústica, que a su vez distingue entre las expresiones del hocico (posición de la boca y las orejas) y la posición y movimientos del cuerpo.
En este artículo hablaremos sobre el lenguaje corporal e intentaremos interpretarlo.
Los perros a menudo pueden malinterpretar los comportamientos humanos, especialmente lo que consideramos muestras de afecto: abrazar o acariciar a los perros en la cabeza se percibe en realidad como una señal de dominio, ya que el perro más fuerte apoya su hocico en el cuello del perro sumiso. Otro ejemplo es la sonrisa: corremos el riesgo de parecer un perro que gruñe y, por tanto, de solicitar una reacción sumisa o peor agresiva en el perro que tenemos delante.
En general, una actitud relajada parece reducir el tamaño objetivo del perro porque se da la vuelta, se pone de espaldas o se acurruca cerca de su dueño mirando hacia otro lado y bajando las orejas. Si, por el contrario, la postura del perro es tensa con orejas rectas y una cola rígida que lo hace parecer casi más grande, significa que intenta comunicar agresión en esa situación en particular.
El perro también envía señales calmantes a sus compañeros perros para evitar malentendidos o para expresar su malestar y tratar de establecer una relación pacífica. Estas actitudes también se pueden expresar hacia el hombre que a su vez puede comprenderlas y utilizarlas. Tomemos algunos ejemplos.
El bostezo: Un perro amenazante que ve a su oponente bostezar se calma porque no percibe dominio ni agresión. Es una señal de que los perros 'leen' en las expresiones faciales de los humanos.
¿Alguna vez has visto a tu perro girar la cabeza hacia un lado cuando se encuentra con otro perro o cuando lo regañas por algún problema que ha causado? Es una forma de expresar su malestar y pedirle al otro que se calme.
Mirar hacia otro lado es una señal con la que el perro comunica que no quiere desafiar ni dominar. El cruce de miradas, especialmente entre perros machos, determina un desafío que en ocasiones puede desembocar en una pelea. Nunca mires a un perro desconocido directamente a los ojos o al menos recuerda entrecerrar los ojos o parpadear porque estos pequeños movimientos hacen que nuestra expresión sea menos fuerte y se perciba menos amenazante.
A diferencia de los humanos, dar la espalda es una señal de calma muy fuerte. Si tu perro le da una cálida bienvenida cuando regrese, darse la vuelta podría ser la solución para hacerle saber que necesita calmarse. Es una actitud que se usa a menudo entre cachorros animados y adultos que buscan calma o entre hembras desinteresadas y machos insistentes.
Cuando el perro tiembla, además de secarse cuando se está bañando o despertar sus músculos después de descansar, significa que está aburrido o que estamos invadiendo su espacio y que necesita reestablecer los límites.
La cola juega un papel fundamental en el lenguaje canino:
• si está tenso, en posición horizontal con respecto al cuerpo indica tensión y nerviosismo, mientras que la cola estirada hacia arriba puede indicar agresión.
• Intenta pensar cuando vuelvas a ver a tu perro después de una ausencia: se agrieta rápidamente para indicar emoción y euforia.
• Una cola lenta, baja, desprendida del cuerpo, indica calma y relajación.
• La cola pegada al cuerpo o entre las piernas hasta tocar el vientre indica miedo e inseguridad.
Siempre que nos acercamos a un perro, sobre todo si es un extraño, lo mejor es no generar malos entendidos y tratarlo con respeto y comprensión, recordando que actúa instintivamente como un animal. Si aprendemos a captar estas señales en nuestro perro, en los de nuestros amigos o extraños, podremos vivir bien la relación con el animal y establecer un respeto mutuo.
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